A pesar de que ya han pasado varios días, me atrevo a opinar sobre la semana de pasión del 2014. Fuengirola ha vivido una Semana Santa que ha crecido notablemente con la mejoría de diversos aspectos. El tiempo ha acompañado y el público que se ha congregado en las calles de nuestra ciudad ha sido, por lo general, mucho más numeroso que años anteriores.
Cambios musicales acertados en varias cofradías. Ya era hora de cambiar aquello que se veía desde hace tiempo un tanto oxidado. Las bandas que han acompañado a nuestros titulares han dado todo de sí mismos, aunque alguna haya perdido fuelle, alguna tenga que adaptarse aún más a una salida procesional o alguna destaque exageradamente en un día inapropiado. Pero la gloriosa semana de abril nos ha dejado grandes momentos engalanados con grandes sones de formaciones que se esfuerzan día a día para que, a veces, se valoren menos de lo que se debería.
La buena música ayuda a la mejoría en el andar de los tronos que, visto lo visto, también han mejorado bastante, cada uno a su estilo. Sólo limitaría el vulgar hecho de doblar el paso con las marchas, y en cuanto a los pulsos... cada uno a su debido momento. Sin desprestigiar a ninguna de las demás, me aventuro a felicitar a la Real Hermandad de Pasión por el andar de sus cuatro tronos, con esas mecidas serenas que aportan elegancia a sus titulares.
Cada cofradía cuaja en el día de su salida, que eligiera hace ya muchos años. Difícilmente entenderíamos un Domingo de Ramos sin Pollinica, un Míercoles Santo sin Cautivo o un Jueves Santo sin la Columna. Pero parece ser que el Viernes Santo no pasa por su mejor momento. Dos estilos totalmente diferentes, repartidos en tres salidas procesionales, chocan considerablemente, y pienso que hay que subsanarlo de alguna manera, siempre en consenso y favoreciendo lo mayormente posible a cada uno, sin que cada una pierda su seña de identidad propia, aunque alguna quede desacorde con la jornada de luto que nos deja el viernes.
Sin embargo, las novedades en el Domingo de Palmas han abierto nuevas instantáneas que han gustado bastante. Creo que nunca había visto una procesión de la Pollinica tan abarrotada en los últimos años.
Las hermandades han cumplido sus horarios sin tener que multiplicar el paso de los hombres de trono, ¡felicidades!. Espero que ha quien corresponda entienda de una vez que no se puede formar una procesión para tener que ir corriendo como espantados por miedo a pasarse del tiempo, que cada vez resulta ser más escueto. Si esto sigue así, en unos años estarán los perros dando vueltas más largas en la nueva playa canina.
A pesar de aquello que se pueda mejorar (o al menos intentarlo), doy mi más sincera enhorabuena a todas aquellas personas que, de forma desinteresada, luchan por que nuestra Semana Santa crezca cada vez más, dedicándole montones de horas con todas las tareas que una hermandad requiere. ¡POR FAVOR, QUE ESTE PÁRRAFO TAMBIÉN SE LEA!
Así mismo, me gustaría haber felicitado ya hace tiempo, a los que han trabajado por y para las revistas "Nazarenos", "Penitentes del Cautivo" y la de la Cofradía del Yacente. Considero que ha sido una Cuaresma en la que ningún boletín se ha quedado corto, dotándose de grandes artículos e imágenes, con cuidados diseños y finas portadas. Destaco dos artículos que, por su contenido, me llamaron la atención: uno, el de Manu Díaz en "Nazarenos", titulado "Tras el micrófono, pasión por mi hermandad", y otro, el de Federico Rodríguez, llamado "La Hermandad del Yacente y su comunidad". No tienen desperdicio.
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